Durante la ola inicial de la pandemia de COVID-19, los hospitales de todo el mundo desviaron recursos de la atención crítica de rutina para pacientes hospitalizados y las clínicas para pacientes ambulatorios para satisfacer el aumento de la demanda de los pacientes infectados.
Debido a las limitaciones de recursos resultantes y el temor a la infección, los médicos y los pacientes sin COVID aplazaron las visitas, evaluaciones, diagnósticos, cirugías y tratamientos "no urgentes". De hecho, al comienzo de la pandemia, se notó una disminución dramática en las emergencias de salud no relacionadas con COVID, incluida una disminución de más del 60% en pacientes con infartos agudos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Si bien estos aplazamientos pueden haber reducido la cantidad de servicios utilizados de forma innecesaria, es probable que también hayan causado un peligroso aplazamiento de los servicios necesarios, que muchos creen que conducirá a hospitalizaciones posteriores que requerirán niveles más altos de atención, estadías más prolongadas y mayores reingresos hospitalarios, pudieron llegar a agotar la capacidad de hospitalización de los hospitales.
En ese contexto, es importante que las instituciones no solamente estén centradas en la atención aguda de los pacientes con COVID-19, sino que también manejen de manera proactiva a los pacientes sin la infección, en particular aquellos con afecciones urgentes y médicamente complejas que están posponiendo su atención. Esto es importante no solo para mantener la salud y la vida, sino también para preservar la capacidad hospitalaria futura.
Un artículo publicado hace algunos días en la revista Harvard Business Review presenta una propuesta de organización de la atención de los pacientes con enfermedades diferentes o adicionales a COVID - 19.
Con base en los principios clave de la gestión de operaciones y aplicando una perspectiva de sistemas de salud, los autores proponen cuatro estrategias para facilitar la atención de los pacientes no COVID durante la época de la pandemia y en el lapso de tiempo que sigue a esta fase de la enfermedad:
1. Desarrollo de modelos de atención innovadores de los pacientes ambulatorios para reducir la demanda en los cuellos de botella que se encuentran en niveles de mayor complejidad.
2. Combinación de los servicios hospitalarios esenciales que atienden pacienes COVID en la red hospitalaria.
3. Agrupación de pacientes con COVID-19 en áreas comunes, de acuerdo con sus condiciones clínicas subyacentes.
4. Dar de alta a los pacientes que han superado la fase inicial para recibir atención posaguda, según el estado de la enfermedad.
Sin duda, estas estrategias serán difíciles de implementar, pero es el momento de repensar la prestación de servicios de salud y adoptar estrategias de gestión de operaciones con éxito demostrado que son muy prometedoras, lo que nos permitirá estar mejor preparados para futuras pandemias.
Referencia
Zong H, Ezaz G, Greysen R, Halpern S, Kohn R. How Hospitals Can Meet the Needs of Non-Covid Patients During the Pandemic. HBR. 2020 Disponible en internet en: https://hbr.org/2020/07/how-hospitals-can-meet-the-needs-of-non-covid-patients-during-the-pandemic
Comments